sábado, 14 de junio de 2014

DIONISIO ALCALÁ-GALIANO ALCALÁ-GALIANO

Guillermo C. Requena







Hizo casamiento entre ciencia y milicia, cruzó varias veces el Estrecho de Magallanes y participó en la expedición dirigida por Malaspina, recorriendo las costas americanas y de Oceanía. Buscando la unión septentrional de los Océanos Pacífico y Atlántico, descubrió una isla en la costa de Canadá, llamada desde entonces Isla Galiano. Participó en numerosas batallas y finalmente murió, heroicamente, defendiendo los intereses de España.  Su cuerpo no reposa en el Panteón de Marinos Ilustres... reposa en el fondo del mar.


Dionisio Alcalá-Galiano Alcalá-Galiano
(Cabra 8 de octubre de 1760 – Cabo Trafalgar 21 de octubre de 1805).



Brigadier de la Real Armada Española, Explorador, Cartógrafo y Científico, Caballero de la Orden Militar de Alcántara, célebre por su heroica actuación y muerte en la batalla de Trafalgar al mando del navío de línea Bahama.






Padres

Antonio Alcalá-Galiano Pareja-Spínola
(* Doña Mencía 1738)

Don Antonio Francisco Alcalá-Galiano Pareja y Serna era militar y llegó a alcanzar el rango de Mariscal de Campo, y había sido Coronel del Regimiento Provincial de Écija. Habíase distinguido luchando en la guerra del Roselló, y era Caballero de la Orden de Alcántara y Comendador de dicha Orden en Hornos. Regidor y Alguacil Mayor de la ciudad de Cabra, vivía en la calle de San Martín, junto al convento de las monjas dominicas.

Antonia Alcalá-Galiano Pinedo y Arias
(*Cabra 1737)

Casados en primeras nupcias en Cabra en 1750, el día 5 de marzo, eran primos hermanos, él tenía 14 años y ella 13 años de edad.
Tuvieron al menos seis hijos (José María, Vicente, Dionisio, Antonio, Antonia, y María Rosario).


Abuelos línea paterna

José Francisco Alcalá-Galiano Valera
(*Doña Mencía 1671), Alcalde de Doña Mencía y Gobernador de los Estados del duque de Sesa y Baena, hijo de Juan Raimundo Alcalá-Galiano Barrionuevo y de María Valera Roldán.
Casó el día 15 de mayo de 1730 en Medina Sidonia con doña María Teresa de Pareja-Espínola y Serna, (*Medina Sidonia 1710), hija de don Luis de Pareja y Espínola, Caballero de Santiago y de doña Juana de la Serna y Pareja.


Fueron sus bisabuelos paternos paternos
Juan Raimundo Alcalá-Galiano Serrano, (*Doña Mencía), Familiar del Santo Oficio, hijo de Juan Alcalá-Galiano y de María de Vilches. Casado en 1670 con María Valera Roldán (*Doña Mencía 1649), hija de Juan Valera Roldán y de Marina Rubio.


Fueron sus bisabuelos paternos maternos
Luis de Pareja y Espínola (*Medina Sidonia), Caballero de Santiago, hijo de Pedro de Pareja y de Juana Jiménez Carrión. Casado en Medina Sidonia en 1705 con Juana de la Serna y Pareja (*Medina Sidonia), hija de José de la Serna, Caballero de la Orden de Calatrava, y de su esposa María de Pareja.



Abuelos línea materna

Pedro Leonardo de Alcalá-Galiano y Ortíz (*Doña Mencía 1686), Hijodalgo, Administrador de las rentas del duque de Sesa en Cabra, casado en Cabra en 1733 con... Antonia Pinedo Antolinez y Arias Calderón. (*Cabra 1700)


Fueron sus bisabuelos maternos paternos
Francisco Alcalá-Galiano (*Doña Mencía), hijo de Francisco López Galiano y Jerónima María de Priego.  Casado en Doña Mencía en 1674 con Ana Ortiz Galiano (*Doña Mencía), hija de Salvador Laurencio Ortíz y de Antonia Francisca Galiano.


Fueron sus bisabuelos maternos maternos
Luis Pinedo Antolínez Ayala (*Cabra), hijo de Agustín Pinedo Antolínez y Antonia de Ayala Valdivieso, casado en Cabra  en 1695 con Agustina Arias Calderon Belmonte (*Málaga), hija de Francisco Arias Calderón y de Manuela de Porras Ocaña.



Esposa / Hijos / Nietos

Dionisio Alcalá Galiano casó en Medina Sidonia con doña María Consolación Fernández de Villavicencio y Serna, su prima, el día 22 de enero de 1788, trasladando su residencia habitual a Cádiz, donde nacerían sus dos hijos, Antonio y Manuela.


María de Consolación Villavicencio, viuda de Dionisio Alcalá Galiano, muerto en el combate de Trafalgar, solicita que en atención a la penosa situación en que se halla, se le dé preferencia en el concurso de acreedores que hay contra los comerciantes de La Habana José Cristóbal Peñalver y José Manuel de Torrontegui, en quienes había depositado su marido la suma que reclama (1815). Archivo General de Indias, Signatura: ULTRAMAR, 154, N.82.


Antonio Alcalá-Galiano y Fernández de Villavicencio
(Cádiz 1789-Madrid 1865), Político, orador y escritor, masón, Ministro de Marina y de Fomento, Académico de la Española.
Casado, en 1808, en 1as nupcias siendo menor de edad y en secreto, con María Dolores Aguilar, tuvo dos hijos, Fernando y Dionisio, muerto niño el primero, desaparecido el segundo tras huir al ser perseguido por falsificación de la firma del ministro de Hacienda (43 reales órdenes), condenado en rebeldía a 10 años de presidio.
Casado en 2as. nupcias para los dos con María Manuela Miranda, tuvieron un hijo, Antonio Alcala-Galiano Miranda, a quién su primo, el escritor Juan Valera Alcalá-Galiano, escribió, años más tarde, unas magníficas cartas literarias.


Retrato de Antonio Alcalá Galiano.
 Grafito y tinta sobre papel.
Obra del pintor jienense David Padilla.


...fue el que en la célebre sesión de Cortes presentó la proposición de declarar incapacitado y semi-demente al Rey Don Fernando VII; acto que exasperó a los realistas y adelantó la intervención francesa, por lo que tuvo que emigrar a Inglaterra, después de haber sido condenado a muerte y a la confiscación de todos sus bienes. Doce años estuvo fuera de su patria, a la que volvió el 18 de Junio de 1834, merced a la amnistía concedida por el Gabinete Martínez de la Rosa.


Manuela Alcalá-Galiano y Fernández de Villavicencio
Casada con Mariano Lassaleta.

María Lassaleta Alcalá-Galiano,  casada en París, en 1835, con el pianista francés Félix Le Couppey.




CARRERA MILITAR

Sus primeros estudios fueron en la Escuelas Pías, luego ingresó en el Colegio de la Purísima Concepción, ambos colegios de Cabra. 

1775
Con 14 años, el 29 de agosto, ingresa en el Colegio de guardiamarinas de Cádiz, por aquellas fechas ingresa también un joven que viene de Palermo... su compañero Federico Gravina.

1776
Embarca en la fragata Júpiter


Embarcando…



1777
Toma parte en la expedición del marqués de Casa Tilly contra los portugueses, tomando la isla de Santa Catalina en la costa brasileña; más tarde en Montevideo, a las órdenes del comandante del Rio de la Plata D. Gabriel de Guerra toman la colonia de Sacramento.

1778
Embarcado en el paquebote San Cristóbal viene actuando en aguas de las Islas Malvinas. Es ascendido a Alférez de Fragata. Nuevamente en Montevideo apresan una fragata mercante inglesa en guerra contra España.
Regresa a Cádiz a bordo de la fragata Santa Bárbara.


1784-1788

1784
En el mes de noviembre, ascendido a Teniente de Fragata, embarcado en la fragata Luisa.



Expedición al Estrecho de Magallanes 
La Fragata Santa María de la Cabeza II


1785-1786
Forma parte de la expedición que por orden de Carlos III fue organizada por D. Vicente Tofiño, que envió la fragata Santa María de la Cabeza II (porte de 36 cañones), que partió el 27 de septiembre al mando del capitán de Navío D. Antonio Lasso de la Vega y Córdoba, al estrecho de Magallanes, para decidir si realmente convenía la travesía de dicho estrecho a pesar de las corrientes y vientos huracanados, o por el contrario, era mejor doblar el Cabo de Hornos... desafiando el mar abierto.




1787
En el mes de mayo, ascendido a Teniente de Navío.

1788
Terminados los trabajos es destinado al Departamento de Cádiz. Toma parte en la Expedición a las Islas Terceras (Azores) realizada por el brigadier Vicente Tofiño, entre el 13 de mayo y el 23 de agosto, con la fragata Perpetua, el bergantín Vico y la balandra Natalia, con la misión de levantar las cartas marítimas de aquellas islas.



Diario de la navegacion que ... va a executar Manuel Nevan y Garcia, Colegial del Real Seminario de San Telmo de la Ciudad de Sevilla, desde el Puerto de Cadiz ... acia el Leste, en la Fragata de S.M. nombrada Santa Perpetua, de que es Capitan Brigadier Don Vidente Tufiño, y Piloto principal Don Josef Lopez, en el qual voi destinado con Plaza de Artillero para las Islas Terceras ...
 
Fondo Antiguo. Universidad de Sevilla. 1788



Expedición Malaspina
 (1789-1794)

En el mes de julio de 1789 nace su primer hijo, Antonio; a finales de ese mismo mes, el día 30, parten de Cádiz las corbetas Descubierta y Atrevida, al mando respectivamente de los capitanes de navío Malaspina y Bustamante;  en la corbeta Descubierta, formando parte de la expedición, iba embarcado Cayetano Valdés, y en la Atrevida, Dionisio Alcalá Galiano.
Llegan a Montevideo, recorren las costas del Virreinato de La Plata, incluidas Islas Malvinas, luego la Patagonia que pertenecía al Virreinato de Chile.
En el mes de enero de 1790 atraviesan el estrecho de Magallanes, fondean en Ancud y Valparaíso; después de pasar por Arica, Callao, Guayaquil y Panamá, se dirigen a Acapulco y apostadero de San Blas en la Nueva España.
En el mes de marzo de 1791 ascendidos a Capitanes de Fragata, los tenientes de navío...  D. Dionisio Alcalá Galeano, D. Cosme Churruca, D. Cayetano Valdés.
Las corbetas, en busca de un paso que uniera el Pacífico con el Atlántico alcanzan los 60º grados de latitud Norte, exploran Alaska, vuelven a Monterrey.
En marzo del año 1792, al mando de la Sutil y Mexicana, goletas gemelas botadas en el Apostadero de San Blas en 1791, realizan una exploración al Pacífico Norte;  mientras Malaspina, con las corbetas, había continuado viaje a Filipinas.

Tras doblar el cabo de Hornos en compañía de Malaspina, recalaron juntos en Acapulco, donde recibieron la orden de efectuar una detallada exploración para comprobar o desechar la idea de la existencia del Paso del Noroeste, unión entre los océanos Atlántico y Pacífico, como había asegurado el navegante español Lorenzo Ferrer de Maldonado y también Juan de Fuca. A tal efecto, se propuso al virrey que los capitanes de fragata Dionisio Alcalá Galiano y Cayetano Valdés dejasen la expedición de Malaspina, tomasen el mando de las goletas Sutil y Mejicana y llevasen a cabo un prolijo reconocimiento del estrecho de Juan de Fuca. Ambos barcos eran de muy poco calado, a propósito por ello para navegar por canales de poco fondo. La Sutil, aparejada de bergantín, y la Mejicana, de goleta, ambas bien pertrechadas de instrumentos astronómicos, antiescorbúticos y de objetos de rescate para regalar y cambiar con los indios. Como segundos iban los tenientes de navío Vernaci y Salamanca; Galiano, como oficial más antiguo, mandaba la expedición.





Visitaron primero el puerto de Nutka, donde había un puesto y varios buques españoles. Por observaciones astronómicas obtuvieron la longitud de Nutka, para referir a ella todas las demás por medio de los cronómetros, y procedieron a efectuar los reconocimientos ordenados luchando con las rápidas corrientes y los fuertes vientos encajonados entre altas montañas.



Óleo anónimo de D. José Espinosa Tello
marino y astrónomo que formó
parte de la expedición.



Antes de retornar a Nueva España, trabó conocimiento y cortés amistad con el célebre explorador George Vancouver. Con él los españoles cambiaron información sobre los descubrimientos realizados por los de una y otra nación, y una vez reconocidas todas las calas, con los buques o con los botes, y no hallada salida alguna, se dieron por terminadas estas exploraciones, demostrándose el carácter apócrifo del viaje que confirmaba al estrecho de Fuca como canal de unión entre los dos océanos.



Los actuales habitantes de la isla de Galiano, así bautizada en su honor por ser su descubridor, no le olvidan... han esculpido el rostro del brigadier en el tronco de un árbol, y le han pintado como aparece en los retratos que tenemos... ¡precioso homenaje!



Las corbetas de Malaspina-Bustamante se separan y mientras la Descubierta fue a la Isla de Luzón, la Atrevida anduvo por Macao y Cantón, juntándose en el mes de mayo de 1792 en la bahía de Manila.
Durante el verano de 1793 navegaron por Nueva Guinea, Islas Salomón, Nuevas Hébridas, llegan a fin de año a las costas de Nueva Zelanda.




Regresan las corbetas a costas americanas; en el mes de enero de 1794 Dionisio Alcalá-Galiano es ascendido a Capitán de Navío; regresan a España, el 21 de septiembre de 1794, las corbetas “Descubierta” y “Atrevida” fondearon en la bahía de Cádiz, después de haber navegado por más de cinco años y haber atracado en treinta y cinco puertos (algunos visitados en más de una ocasión). Finaliza la expedición Malaspina-Bustamante.


La vida… continúa.

1795
Como consecuencia de su viaje, publica la obra titulada “Memoria sobre el cálculo de la latitud del lugar por dos alturas del sol”. Madrid, Ibarra, 1795.
Por otro lado, ingresa en la Orden Militar de Alcántara.
Por otro lado, se firma la paz de Basilea, cuando se van a iniciar los trabajos para levantar el nuevo mapa topográfico e España; se desata la “ira” de Godoy contra Malaspina, que es encarcelado y más tarde desterrado.  Alcalá-Galiano amigo de Malaspina en destinado, como mal menor, al mando del navío Vencedor (nombre de advocación San Julián, serie Apostolado, porte de 74 cañones).


Tras la firma de la Paz de Basilea, Manuel Godoy se apresuró a recoger el premio del cese de hostilidades y fue investido por su soberano como Príncipe de la Paz, además de recibir cuatro grandezas de España, siete grandes cruces de Carlos III, diez bandas de María Luisa y otros muchos premios… además desterró a Malaspina.


1796
Al mando de su navío toma parte en la batalla del Cabo San Vicente.
Publica una nueva obra titulada “Memoria sobre las observaciones de latitud en el mar”. Madrid, 1796




1798
Sale de Cádiz el día 7 de febrero, al mando del navío San Fulgencio (botado en Cartagena en 1787, de porte de 74 cañones), formando parte de la formidable Armada del Océano de 30 buques, al mando de D. Joseph de Mazarredo, formada por 22 Navíos (porte de 112 -74 cañones), 4 fragatas (porte de 36-40 cañones), 3 bergantines (porte de 14-16 cañones), y una fragata francesa (porte de 40 cañones).

Curiosidad: Esta flota tardó en salir de puerto 3 horas y 34 minutos.

En diciembre, fuerza el bloqueo de Cádiz, y consigue zarpar para Cartagena de Indias, Veracruz y La Habana, al mando de una División de 2 navíos y 3 fragatas, aunque solo era capitán de navío, en busca de caudales para la necesitada Hacienda Española.

1799
A su regreso, con los caudales, desembarca en el puerto de Santoña.


El Correo mercantil de España y sus Indias. 23/5/1799 SANTOÑA.- En la tare del 15 del corriente, han fondeado al abrigo del monte próximo a este puerto, los navíos de guerra San Fulgencio y San Ildefonso; y las fragatas Esmeralda, Clara y Medea, al mando del capitán de navío D. Dionisio Alcalá-Galiano, procedente de Veracruz, de donde salieron el 28 de Marzo próximo pasado, conduciendo cinco millones de pesos en dinero y siete millones en efectos de comercio.


Recibe la orden de zarpar de Ferrol al mando del navío San Pedro de Alcántara, acompañado por el navío San Ildefonso, mandado por el capitán de navío D. Joseph de Uriarte; llega a La Habana vía Veracruz, son bloqueados por una escuadra británica al mando del Almirante Blingh debiendo permanecer allí, hasta que se firma la Paz de Amiens el 27 de marzo de 1802.

1802
Regresa a Cádiz, con caudales, al mando del navío San Pedro de Alcántara.


El Correo mercantil de España y sus Indias. 6/5/1802
Por noticia extraordinaria se sabe que el día 28 entró en Cádiz el navío de S.M. San Pedro de Alcántara, al mando del capitán D. Dionisio Alcalá Galiano, el que conduce 5.972.518 de pesos fuertes, y además grana, añil, cacao, soconusco, bamillas, planchas de cobre, y palo campeche.


Una vez desembarcado en Cádiz, en mayo le es conferido el mando del navío Bahama (botado en La Habana en 1784, de porte de 74 cañones); en julio zarpa con al escuadra del marqués de Socorro rumbo a Nápoles, para traer a España a la Princesa de Asturias; intercambia su puesto con D. Antonio Quesada, comandante de la fragata Soledad, a pesar de su empleo de brigadier, por adaptarse mejor este buque a la misión que le ha sido encomendada por el Mediterráneo Oriental.



Navío Bahama

En diciembre, con motivo de la boda de los Príncipes, son otorgadas muchas mercedes, entre otros, son ascendidos a Brigadieres Alcalá-Galiano, Churruca, Valdés.
Alcalá-Galiano manda un escrito a Godoy manifestando su disgusto ya que el ascenso lo merecía por sus méritos y no por tan magno acontecimiento.

La pluma del marino no paraba… una nueva obra suya ve la luz, publica una nueva titulada - Relación del viage hecho por las goletas Sutil y Mexicana en el año 1792 para reconocer el estrecho de Fuca: con... (1802) - Alcalá Galiano, Dionisio.

1803
A bordo de la fragata Soledad (botada en Cartagena en 1788, tripulación 300 hombres, de porte de 34 cañones) navega por aguas de Grecia y Turquía, por haber recibido órdenes de levantar las cartas marinas del Mediterráneo Oriental.

1804
De nuevo en España, por desavenencias con el ministro  de Marina Grandallana y con Manuel Godoy...  es desterrado a Cádiz; estando allí se desata la epidemia y tiene que ir a vivir a Sevilla, a casa de su hermana María Rosario que era marquesa consorte de Medina.


Casa-Palacio en Sevilla de los Marqueses de Medina.


Por aquel tiempo, los ingleses atacan a unas fragatas de la Real Armada Española que venían de América, hunden una de ellas, la llamada Nuestra Señora de las Mercedes con todo su cargamento de caudales... y se declara la guerra a los ingleses. 

1805
Tras estos acontecimientos, en el mes de enero vuelve a Cádiz, donde recibió el mando de algún que otro buque, pero finalmente volvió a mandar el viejo Bahama.



Batalla de Trafalgar 


El 8 de octubre de 1805 tuvo lugar una reunión al más alto nivel a bordo del Bucentaure, fondeado en el puerto de Cádiz, entre los mandos franceses y españoles de las respectivas marinas de guerra. Por parte francesa, además del comandante en jefe Pierre Villeneuve, acudieron los almirantes Dumanoir y el contraalmirante Magon, más los capitanes de navío Cosmao, Maistral, Villiegris y Prigny. Por parte española estuvieron presentes el jefe de la flota Federico Gravina, el teniente general Álava, general Churruca, el brigadier Alcalá Galiano y los jefes de escuadra Escaño y Cisneros.  



Brigadier de la Real Armada D. Dionisio Alcalá-Galiano, luciendo la cruz verde de la Orden Militar de Alcántara.  Óleo sobre lienzo pintado, al menos cien años después de su muerte, por Álvaro Alcalá-Galiano y Vildósola, alumno del gran Sorolla, y familiar del héroe, ya que era descendiente de su hermano mayor Vicente.


CABO TRAFALGAR Un relato naval / Arturo Pérez-Reverte

La reunión tuvo lugar días atrás, en la cámara del Bucentaure, con asistencia de los oficiales generales y los capitanes de navío más antiguos. Según Escaño, desde que Villeneuve abrió la boca estaba claro que buscaba un pretexto para quedarse en Cádiz a resguardo de los ingleses. El punto era que, bajo el camelo de consultar, pretendía endilgarles el asunto de no salir a sus oficiales y sobre todo a los españoles, más conscientes que nadie de la debilidad de sus tripulaciones y el mal estado de muchos navíos. Saltaba a la vista que la intención del gabacho era decir en su informe a París que se plegaba al consejo español de quedarse en casita. Estos españoles ya se sabe, Sire, etcétera. Todo el día oliendo a ajo, con sus barcos sin tripulantes y sus oficiales rezando el rosario. Qué le voy a contar, majestad imperial, lo que sufro teniéndolos bajo mi mando. Snif.

De cualquier modo, salir en busca de los ingleses era poco aconsejable, según se planteó de común acuerdo al final del consejo: se avecinaba mal tiempo y era mejor seguir allí, de momento, obligando a los ingleses a un largo bloqueo que desgastaría sus fuerzas pese a tener cerca la importante base de Gibraltar. Al cabo ése fue el informe enviado por Villeneuve a París.

Pero en el consejo las cosas no transcurrieron tan plácidamente como el informe hacía creer. Los franceses (pese a que ellos mismos tenían graves deficiencias en sus barcos y tripulaciones, diezmadas por la reciente revolución y por el desastre de Abukir) empezaron la charla muy sobrados, o-la-lá, confundiendo la prudencia realista de los españoles con pura y simple caguetilla.

Gravina, el almirante español, estuvo callado al principio, dejando al mayor general Escaño poner las cosas en su sitio: barcos escasos de tripulación, dijo, insuficiente armamento, el Santa Ana, el San Justo y el Rayo (el abuelo de la Escuadra, construido en La Habana, con cincuenta y seis tacos de servicio en las cuadernas) recién salidos del arsenal y faltos de todo, la marinería inexperta en la maniobra y el manejo de los cañones, y algunas dotaciones que hace ocho años que no navegan. Hasta ustedes, les dijo a los gabachos, han tenido que completar tripulaciones con soldados de infantería que apenas tienen ropa, están enfermos y no han pisado un barco en su vida. Mientras que los ingleses, fogueadísimos, llevan ininterrumpidamente en el mar desde el año 93, que se dice pronto. Además el barómetro baja, añadió Escaño, y se avecina mal tiempo.

En ese punto, el almirante franchute Magon (un chulo de aquí te espero) dijo:
-Aquí lo que baja es el valor.
Y puso cara de fumarse un puro. Entonces Dionisio Alcalá Galiano, comandante del Bahama, hombre por lo general finísimo y mesurado (con una biografía impresionante: cartógrafo, científico, explorador y excelente marino), dio un puñetazo en la mesa y lo invitó a salir afuera para repetir eso mismo con una espada en la mano, a ver si lo que bajaba era el valor de los españoles o el nivel de ingresos en el barrio chino de Marsella de la madre del señor almirante Magon.
-¿Ha usted comprí o no ha usted comprí?
-¡Nomdedieu!... ¿Quesquildit cetespagnol?
-Digo que a su señora madre se la tiran pagando.
-¡Mais vuayons!... ¡C’est inaudit ni jamáis escrit!
-Perdona, chaval, pero no hablo catalán. ¿Du yu spikin spanish?

Al fin se puso paz a duras penas, pero luego fue Villeneuve quien volvió a la carga, el cielo abierto, diciendo que bueno, que si los españoles no querían salir, no se salía. Pas de probleme, mes amis. O sea. Dacord.

Y ahí fue el educadísimo y diplomatiquísimo almirante Gravina, que también empezaba a mosquearse, quien se vio obligado a precisar que los españoles estaban dispuestos a salir si se les mandaba que salieran. ¿Comprí, mesanfants? Ñus sortons silfo y si no fó también sortons (como era tan finolis, Gravina sí que hablaba un francés de puta madre).

Y recordó al señor almirante Villeneuve que, en vez de marear tanto la perdiz (mareer la perdrix), más le valía tener en cuenta que siempre que se operó con escuadras combinadas (combines), los navíos españoles fueron los primeros en entrar en fuego y bailar con la más fea (danser avec la plus espantóse); como en Finisterre, y no es por señalar (pur signaler), donde los navíos franceses de ustedes, tan intrépidos, desampararon al Firme y al San Rafael y se quedaron rascándose los huevos (se touchant les oeufs) mientras, después de batirse los nuestros como leones (su propio emperador lo dijo), se los llevaban apresados los ingleses por el morro. ¿Nespá?...

Dicho lo cual, como los franchutes aún se miraran unos a otros con ojitos de guasa, como diciendo a nosotros nos la van a dar con fromage estos pringadillos, Gravina se olvidó de la diplomacia, de las recomendaciones de Godoy y de sus bailes con la reina, se puso en pie y dijo: pues vale, colegas. Hasta aquí hemos llegado. Jusqua icí exacteman ojurduí. Para cojones los míos. -A la mar ahora mismo, todos. Y maricón el último. Y los otros españoles se levantaron con él, diciendo eso, qué hostias, a la mar todo cristo y que salga el sol por Antequera. Cagüentodo ya…


21 de octubre de 1805

“...Todavía me dan ganas de llorar cuando me acuerdo de don Dionisio Alcalá Galiano, el más valiente brigadier de la armada. Eso sí: tenía el genio fuerte y no consentía la más pequeña falta; pero su mucho rigor nos obligaba a quererle más, porque el capitán que se hace temer por severo, si a la severidad acompaña la justicia, infunde respeto, y, por último, se conquista el cariño de la gente…“...

Le contaré a usted lo que pasó en el “Bahama”. Desde que empezó la batalla, don Dionisio Alcalá Galiano sabía que la íbamos a perder, porque aquella maldita virada en redondo... Nosotros estábamos en la reserva y nos quedamos a la cola. Nelson, que no era ningún rana, vio nuestra línea, y dijo: “Pues si la corto por dos puntos distintos y les cojo entre dos fuegos, no se me escapa ni tanto así del navío”. Así lo hizo el maldito, y como nuestra línea era tan larga, la cabeza no podía ir en auxilio de la cola. Nos derrotó por partes, atacándonos en dos fuertes columnas dispuestas a modo de cuña, que es, según dicen, el modo de combatir que usaba el capitán moro Alejandro Magno, y que hoy dicen usa también Napoleón. Lo cierto es que nos envolvió y nos fue rematando barco a barco de tal modo que no podíamos ayudarnos unos a otros, y cada navío se veía obligado a combatir con tres o cuatro.”


El navío Bahama acabó el combate completamente desmantelado, apresado y hundido. Su comandante, don Dionisio Alcalá Galiano, muerto. Tres oficiales muertos. Tripulación: 75 muertos y 67 heridos.


Mercurio de España / 30-11-1805
Relación de los Oficiales del Cuerpo de la Armada muertos y heridos en el combate naval de 21 de octubre de 1805, según las noticias que han podido adquirirse hasta el día 1º de noviembre, ignorándose aún la suerte de otros muchos, así como la de los Oficiales de los Cuerpos del Exército que guarnecían los buques de la escuadra.






Guillermo C. Requena



Fuentes:
Caballeros de la Orden de Alcántara que efectuaron sus pruebas de ingreso durante el siglo XVIII, Volumen 1 /  Escrito  por Vicente de Cadenas y Vicent. Revista Hidalguía 1991.
Memorias de D. Antonio Alcalá Galiano / publicadas por su hijo. Madrid: (s.n.), 1886 (Imprenta de Enrique Rubiños).
EPISODIOS NACIONALES / Benito Pérez Galdos. 1925.
CABO TRAFALGAR Un relato naval Arturo Pérez-Reverte ALFAGUARA
BNE- Hemeroteca Digital.
BVD- Biblioteca Virtual Defensa.
BOE- Gazeta Colección Histórica.
PARES-Ministerio de Educación
Otros…

No hay comentarios:

Publicar un comentario